El presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) Efraín Alegre, irá a juicio oral y público por falsificación de facturas, al político no le sirvieron todas la chicanas que presentó durante más de un año y el show mediático que desplegó para desviar la atención de su proceso, ya que el pasado miércoles la jueza penal de Garantías Cynthia Lovera decidió que este caso lo decida un Tribunal de Sentencia.

Efraín Alegre fue imputado el 2 de junio del año pasado por el fiscal Édgar Sánchez por los hechos de producción de documen­tos no auténticos, produc­ción mediata de documen­tos públicos de contenido falso y uso de documentos públicos de contenido falso. En el mismo caso también fueron imputados Pascual Benítez dirigente del PLRA y Luis Moriz, dirigente de Ciudad del Este, sin embargo el único que no se sometió a la investigación fue Alegre, quien desde el primer momento comenzó a chicanear el proceso.

Este caso tuvo su inicio luego que Efraín Alegre haya perdido las elecciones generales para presidencia de la República en abril de 2018, meses después todos los Partidos políticos que participaron de las elecciones presentaron su rendición de cuentas al Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).

En su carácter de presidente del PLRA, Efraín Alegre también presentó las facturas de sus gastos electorales, pasó el tiempo y dos años después el empresario Silvio Concepción Martínez, dueño de una estación de servicio ubicada en Ciudad del Este se dio cuenta que tenía una gran diferencia en los números de sus ventas.

Revisando se encontró que desde el TSJE le pasaron el dato que tenían una factura por la venta de combustible al PLRA por un valor de G. 98 millones, por lo que pidió la copia de la factura para comprobar el hecho y grande fue su sorpresa al encontrar que la factura realmente fue emitida por su empresa, pero que estaba visiblemente adulterada, ya que en esa fecha la facturación no fue por casi cien millones de guaraníes, sino que solo fue por G. 100.000.

Ante esta situación es que Martínez se presentó ante la fiscalía a radicar la denuncia por adulteración de documento, para deslindar toda responsabilidad. De ahí en más la investigación recayó en el fiscal Édgar Sánchez, quien pidió copias de la factura, se sometió a peritaje y se encontró que efectivamente hubo una adulteración.

Entonces se imputó a Efraín Alegre, como administrador de gastos, en su carácter de presidente del PLRA y también a Pascual Benítez y Luis Moriz, pero como era de esperarse el titular liberal pidió primeramente la nulidad de la imputación, petitorio que no corrió y fue rechazado en todas las instancias. Después se apeló a chicanas tras chicanas, para frenar la audiencia de imposición de medidas alternativas, pese a que el Ministerio Público pidió libertad ambulatoria para los tres.

La situación de Alegre se complicó mucho más después que los otros procesados Benítez y Moriz, hayan declarado, ya que con sus dichos deslindaron responsabilidad del hecho y apuntaron al presidente del Partido como la persona que manipuló la factura. Moriz, incluso dijo que esa era una práctica común de Alegre para cubrir los “agujeros” económicos.

Alegre, seguía chicaneando su proceso, para evitar que la justicia avance, pero con su situación procesal ya muy complicada apeló a un show mediático en el que se presentaba como un perseguido político, alegando ser blanco de la mafia que lo quería fuera de la política, al ver en él a una figura que podría llegar a la presidencia de la República. Trató de llevar un tema judicial al plano político, cuando ambas situaciones corrían por caminos totalmente distintos.

Dos meses después de la imputación y tras varias suspensiones se logró llevar a cabo la audiencia de imposición de medidas para Alegre y los otros procesados el 25 de agosto de 2020, en la diligencia la jueza Cynthia Lovera, como había un pedido de libertad de la misma fiscalía le otorgó las medidas a todos.

A Efraín Alegre le impusieron como reglas de conducta, prohibición de salida del país, prohibición de cambiar de domicilio y una fianza de G. 150 millones. Pero el político liberal en la misma audiencia se negó a firmar el acta y dijo que no iba a acatar las medidas, eso ante la sorpresa de su abogado Guillermo Duarte Cacavelos, que quedó totalmente desconcertado con la actitud de su cliente.

La jueza le recordó a Alegre que de no cumplir con las reglas de conducta se dispondría su prisión. Fue entonces que la defensa del procesado anunció la apelación de las medidas. El caso fue elevado al Tribunal de Apelación, para su estudio.

El 21 de enero de este año la Cámara resolvió confirmar la resolución de la magistrada Lovera, por lo que dejaba firme la imposición de las medidas para Alegre y ordenó a la jueza a disponer la detención del político por incumplimiento de las reglas de conducta.

Lejos de ser eso un revés judicial para el presidente del PLRA el mismo tomó esa situación de desacato a su favor, para presentarse voluntariamente a la cárcel y reafirmar que la administración de justicia estaba siendo utilizada para perseguirlo por su actividad dentro de la política.

Alegre montó un show mediático para convocar a sus seguidores hasta la sede del departamento Judicial de la Policía. El 28 de enero pasado llegó a la sede policial para darse por detenido.

Tal vez Efraín pensó que una gran multitud lo iba a esperar en el lugar de su entrega, pero eso no fue así, lo acompañaba como siempre el reducido grupo de adherentes y su familia, antes de ingresar se despachó con un discurso en el que decía que desde su encierro igual iba a seguir denunciando a la mafia y que la justicia no lo iba a callar, cuando en realidad la justicia lo que quería es que hable, para aclarar el caso relacionado a la falsificación de facturas delito por el cual estaba procesado.

Veinte días después la jueza Cynthia Lovera, convocó una nueva audiencia en la cual dejó sin efecto las medidas que le impuso a Alegre y de esa manera el 16 de febrero quedó en libertad. Se dejó constancia en el acta que la prisión que se dictó contra el titular del PLRA nada tenía que ver con el proceso, sino que fue dictada por su desacato.

Efraín Alegre, un hábil manipulador de la realidad desde el inicio de su proceso trató de desviar la atención del caso, siempre invocando ser perseguido político de las mafias y de sus adversarios, al solo efecto de no rendir cuenta ante la justicia de la adulteración de una factura.

Finalmente el 7 de julio pasado se llevó a cabo la audiencia preliminar para Efraín Alegre y los otros procesados, en la misma la defensa del presidente del PLRA, solicitó la nulidad de la acusación contra su cliente, alegó que durante todo el proceso se violó el derecho a declarar de Alegre y por eso pidió el sobreseimiento definitivo. El fiscal Édgar Sánchez por su parte señaló que desde el momento de la imputación, pasando por la acusación siempre se respetó los derechos de todos los procesados, que se comprobó que hubo adulteración de la factura, basado en el documento y en la misma declaración del empresario dueño de la estación de servicio, quien confirmó que solo se vendió por G. 100.000 el combustible.

Ante todo lo expuesto la jueza Cynthia Lovera, señaló que nunca se violentó el derecho a la defensa. También señaló que Efraín Alegre fue convocado a declarar en varias ocasiones y si no lo hizo siempre fue porque él se negó, ante esto y otras pruebas agregadas se rechazó el pedido de sobreseimiento y en contrapartida se elevó la causa a la etapa de juicio oral y público para Efraín Alegre, Pascual Benítez y Luis Moriz.

Ahora se tiene que sortear un Tribunal de Sentencia que será el que fijará, de acuerdo a su agenda, la fecha para la realización del juzgamiento del presente caso.

Poco más de un año de chicanas y show mediático no le sirvieron de nada a Efraín Alegre, para evitar sentarse en el banquillo de los acusados donde será juzgado por producción de documentos no auténticos y otros delitos.