Un niño de 12 años fue detenido por policías de la ciudad de Monterrey, en Nuevo León, y trasladado a un centro de atención familiar porque habría robado un artículo de una tienda local.

Un video que circula por redes sociales muestra el momento en que el niño se resiste a subir a una patrulla.

“No, no me suba, no, no, no, señor”, suplica un menor en el momento en que policías de la Fuerza Civil de Monterrey lo detienen. “No me voy a ir, aquí voy a estar”, decía el pequeño. “Doña, dígales que me suelten”, suplica el niño mientras la gente intenta interceder por él con el argumento de que “tiene derechos”.

Mientras graba la escena, un hombre dice a los policías que está dispuesto a pagar los 11.86 pesos de la mercancía que el infante habría tomado, mientras otras personas le piden al niño que se tranquilice.

Nada sirvió, porque los policías trasladaron al menor a un DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia) “porque anda robando”.

El incidente ocurrió en un negocio llamado Mi Tiendita, ubicado en avenida Cabezada y Aztlán, en Monterrey. De allí el pequeño fue trasladado al DIF Capullo, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública de Nuevo León.

Ante la polémica que suscitó el hecho, la dependencia informó que en ningún momento se violaron los derechos del niño y que la detención obedeció a una solicitud del área de seguridad de la tienda, “la cual señaló haber sorprendido al menor robando”.

Por tratarse de un menor de edad, explicó que “los elementos de Fuerza Civil se ciñeron en todo momento a los protocolos propios de la situación, notificando en primera instancia al DIF del Estado”.

Además, asegura que en el lugar no localizaron a ningún padre o tutor, por lo que el menor fue entregado al DIF, trasladándolo en el asiento trasero de la cabina de la unidad y sin ser esposado.

En las redes sociales algunos ciudadanos apoyaron la actuación policiaca y otro, la mayoría, expresaron indignación y recriminaron que la policía detenga niños en lugar de ir contra el crimen organizado.

Los padres del niño aparecieron más de 24 horas después de los hechos, y deberán reunirse con las autoridades para evaluar la situación familiar del menor.

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